La Comisión de Expertos de Transición Energética que finalizó su última sesión en marzo, es un grupo de trabajo que analiza los posibles escenarios para la transformación energética. Está formado por catorce expertos, cuatro designados por el Gobierno, uno por cada grupo parlamentario y tres por agentes sociales (sindicatos). Esta comisión sirve para analizar y proponer de cara a una nueva legislación energética, pero en ningún momento es una reunión con carácter vinculante o que fuerce a tomar cualquier decisión. La comisión ha evaluado las diferentes alternativas en cuanto a fuentes de generación: nuclear, térmica de carbón, ciclos combinados uso de residuos, cogeneración y generación de fuentes renovables.
Como conclusión de la comisión podemos deducir que de cara a 2050 el sistema energético estará dominado por energías renovables, siendo fundamental la energía hidráulica. En autoconsumo se intentará suprimir los cargos actuales y mejorar sus instalaciones para facilitar los trámites administrativos.
Para un mayor desarrollo en movilidad eléctrica es necesaria la instalación de tecnologías libres de emisiones. Es importante que se produzca una electrificación del transporte, además de medidas que promuevan el ahorro energético. Es imprescindible que se produzca un esfuerzo de reducción de demanda de energía y una mayor participación de las energías renovables en los consumos no eléctricos.
La comisión también propone una reforma fiscal con objetivos medioambientales, que contribuya a mejorar los precios a los consumidores, siendo a la vez una reforma sostenible y que no suponga una pérdida de recaudación para el Gobierno. Los principios de esta reforma son: la sustitución de los actuales impuestos por impuestos asociados a la generación y energía, una modificación en la financiación de las energías renovables y que las infraestructuras viarias sean financiadas por los usuarios mediante un recargo de la gasolina y gasóleo.
En cuanto a los peajes de acceso es importante que se establezca una metodología que permita conocer como asignar los costes a consumidores y generadores. Para un mejor funcionamiento del mercado eléctrico es importante conseguir una mayor flexibilidad de la demanda en el precio y una mayor fijación en los precios. Con el aumento de la energía renovable es probable que se reduzca el precio de la energía y se reduzca el uso de la energía de respaldo.
En medidas de ahorro y eficiencia energética hay una tendencia a reducirse la demanda en el sector doméstico e incrementarse en climatización y transporte, proponiendo medidas asociadas a la edificación y la promoción del transporte menos contaminante.
En cuanto a las redes y conexiones que distribuyen la energía a través del territorio nacional, hay una necesidad de interconexiones y de promover las redes inteligentes, pero con una idea de alargar la vida útil de las redes ya existentes.
Para la transición energética se promueven medidas transparentes que apoyen a los consumidores vulnerables. Las redes de distribución de energía deben ser bidireccionales, incluyendo el autoconsumo de manera que permita al consumidor aportar energía.
El papel que se le reclama al Gobierno es que hagan unas leyes claras y entendibles adaptadas a la transición energética, además de justas y participativas. También es importante que el Gobierno cuente con el apoyo del Consejo para la Transición Energética y el Cambio Climático, para llevar a cabo el cambio a la transición energética, ocupado por personas especializadas en materia de energía.
Fuente: https://www.fenieenergia.es/la-comision-de-expertos-apuesta-por-las-renovables/
